¿Izquierda o Derecha?
Un futbolista pateando un penal y un político recibiendo a Bello… convergen en una pregunta.
Las incógnitas siempre llegan a cagarnos la vida y más aún si son cerradas.
La duda siempre surge cuando hay mas de una respuesta. Habría que ser muy cobarde para ahogarse en el miedo de no escoger una única opción.
Aunque no hacen falta, siquiera, 2 preguntas para vacilar… hasta un cuarto de sospecha hizo juzgar a los más inocentes.
Hace años que la duda dejó de ser un beneficio. Ahora, es el brazo derecho de la justicia moral. Esa que se alimenta del subconsciente; ese que escuchó a tu tía creyente decir que los maricones eran una plaga, mientras por las noches, revolcaba el trigo con el esposo de tu madre.
La duda se siembra y crece como el yuyo carretero, y te sigue hasta los años dorados. No deja respiro, te hace sombra incluso cuando paras a mear a medio camino,
Y dudamos todos,
dudo yo,
me cuestionas tú,
me interpela mi madre
Le cobro la terapia a mi viejo.
Dudamos del mundo
y de vuelta nos escupe fuego.
Hasta los valientes dudan. Dudan siempre. Dudan tanto, que se cuestionan a ellos mismos si son realmente cojonudos, o si son estúpidos, o si solo buscan llamar la atención.
De los cagones que deciden perder menos, no hablaré mucho. Bastante tienen con el lucro cesante de su felicidad.
… El arquero fue a su derecha y la pelota a las nubes. El gol no llegó, los gritos tampoco. El político escogió el centro y sacó un poco de cada lado: Se llenó los bolsillos rezando el padre nuestro.
Fue como tu tía creyente, que amaba a la Iglesia y mariconeaba en el molino, a la luz de la luna.