Ayer pasó un tanque por fuera de la casa
no supimos que hacer
El marco de fierro tembló junto a la puerta
las ventanas castañearon
nuestras manos temblaban
como antes
hace años
Ayer pasó un tanque
por calle Manantiales
giró su cañón, en señal de amenaza
apuntó al vecino,
al negocio de don Pepe
Nerviosa lloré
lloré tanto
casi tanto
como cuando Tita, mi prima del sur
tiró a Pochi, mi muñeca preferida, a la casa de al lado
misma casa
que jamás devolvió pelotas de fútbol
y desde ese día
tampoco muñecas
Charly ladraba en el antejardín
como si no tuviera miedo
Mi abuela (en su silla de ruedas)
fue la única que no temblaba
tal vez esperaba
una bala perdida
Ayer tuvimos miedo
hoy no tanto
cicatrices dejó el tanque
quebró ventanales
surcó el asfalto
Charly ladra enérgico
el ciclista pasa esquivando los baches
Ayer pasó un tanque
por mi casa
la del frente
por toda la población
Vecinos queman cauchos y ramas
Mi madre implora
a mi padre no sumarse
el responde:
– ¡Nunca se escuchará una voz entre cuatro paredes!
– ¡Vuelve a casa entero!
imploró preocupada
Nunca más lo vi
Ayer pasó un tanque
No fue ayer
no fue en abril
fue en Julio de 1985
Lloro, y recuerdo a Pochi,
jamás he llorado como a ella
La fogata crepita
entre el humo diviso a Lalo,
mi padre
¡es él!
lo delatan sus jeans
sus zapatillas New Balance
su polera de los Rolling
Además,
trae pan y jamonada
siempre dijo:
Hay que llegar tocando con los pies
Mi madre no lo espera
tampoco la suya
solo yo y mi hermano
lo añoramos
como a una muñeca
y
una
pelota.