Te he visto guiar caravanas de pétalos
solo con la estela de tu perfume (el de tu piel)
Avistar maldad en las miradas
de hombres sobre carabelas
queriendo conquistarte
Navegar hacia el soneto
de mis besos en los tuyos
naufragar en los intentos
solemnes por no tenerme
Reír también he visto
Tus labios a lo ancho de tu rostro
las rutas progresistas de los años
Tu pelo cano ennegrecido
la juventud absuelta de los daños
sí, lo he visto
lamentablemente, casi todo
afortunadamente, poco y nada
Debí dejar espacio
a la duda, a la certeza
Pero todo lo vi
cuando acercaste tu mirada indecisa
a la consistencia frágil de mis manos
Mis ojos a medio cerrar
la persiana de tu boca entreabierta
también la vi
Como escena de película
de esas
Donde los pacatos cubren sus ojos
y los soñadores
bombean sangre hasta la punta de sus dedos
Vi domingos llenos de vida
sábados vergonzosos y embriagados
lunes refulgentes con luz propia
viernes a oscuras en Santiago
Otoños de colores vivos
Veranos absortos de memoria
Primaveras opacas, sin vida
Inviernos de rima provisoria
Lluvia de caricias, miradas encapulladas
Junio y Julio encintos
Diciembre y Enero abortados
Lo vi desde mi ventana
que da a la avenida de tus pasos
hace meses no los escucho
hace días dejé de añorarlos
Lo vi y no me arrepiento
creo, debo cambiar mis lentes
Tal vez estoy imaginando
haber tocado, con mis dedos
el desierto florido
tu piel susurrando
También
escuché, sentí
olí, gusté
no tengo imágenes de ello
solo vellos erizados
al recordarlos en mis sueños
inconmensurable el instinto
abandonado por el tiempo
la llama se apaga
quizás dónde
quedaron tus besos
Eso no lo vi
lo veo
Cambié lentes
utopía ausente
solo memoria
imágenes
el desierto florido, bailando
al son de tu perfume.