Llevo casi media vida y aun no encuentro la vuelta a esto de vivir. No sé si pensaré lo mismo en unos años. Pero no quiero envejecer sin encontrarle un mínimo de sentido. Si es que llego; o si es que me llegan.
Todo dependerá de si soy o no, un tío presente:
- Si lo hice bien, mis sobrinos me llevaran un par de Gramos al hogar “Viejos Progres” de Curicó
- Sabré lo contrario… Cuando solo llamen para pedir plata.
Espero ser de los primeros. Así entretengo un poco la vejez. Y aprovecho de hacerme unas monedas con los compañeros fachos del hogar.
Llevo casi 40 años en este mundo terrenal y aun no entiendo cómo la raza humana pasó de: Construir pirámides sin grúa pluma, sin picoloro, sin prevencionista…. a Schalper, ¡S-H-A-L-P-E-R!
Por suerte, no hay wifi en el Sahara:
Si a Keops le llegara el soplo de que existe este personaje, (solo que existe, sin considerar lo fútil de sus comentarios), sería capaz de revivir, tomar un Emirates, hacer escala en Sao Paulo, llegar a Comodoro, subirse a un Turbus, pasar Angostura y destruir todo Rancagua. Incluyendo el rodeo, el Monticello, y algunas parcelas de Machalí. Todo esto, con Latinos sonando de fondo.
De seguro Schalper, trataría de imprimir ese momento, corriendo con la Epson detrás del faraón.
Tengo 35 y los asumo: Muestro con orgullo las canas que me salen… en la oreja.
Tengo varios defectos. El que más reclamaron mis Ex, incluso por sobre los celos: Es que soy muy exagerado. Y debo reconocer que en parte tienen razón. Desde que llamé a la Help! porque me pinché un dedo haciéndole la basta a un pantalón, interioricé que tiendo a llevar las situaciones a un extremo, generalmente catastrófico. Pero no me percaté de ello por la incisión misma. Sino por la factura que llegó a fin de mes.
Pero sigo viviendo, aunque no entiendo nada de esta vida: Endeudarse a 30 años en una casa, el auto nuevo, las terapias, los útiles escolares. Creer que haces el amor en tu casa, cuando en realidad es el banco quien te está metiendo la puntita hace rato.
Tengo miedos, inseguridades severas. Tanto así, que realizo un FODA todas las noches, y solo saco positivo la D.
Eliminé el odio del cuerpo, con terapia. Me encontré a mí mismo, a mi niño interior. Fue una inversión a largo plazo; Con intereses puestos en la bóveda del amor.
No odio, pero si evito a algunas personas: Las mentirosas, por ejemplo; las que le sacan el poto a la jeringa; Los que no ayudan al de al lado.
Pero sin duda, a quienes más evito, son los que se quitan edad o quieren representar un tiempo que no tienen; que pasaron hace rato.
Sus frases son siempre las mismas (con voz de telefonista de servicio público):
- “¡Uy! Yo hasta hace Poco tenía 30”
- “yo a los 20 era regia”
- “Hoy desperté como quinceañero”
Es como si uno dijera: !yo Ayer no más flotaba en los cocos de mi papá!