Lo lograste, pudiste sobrevivir a las tormentas que azotaron.
Las lluvias más torrentosas condensaron tus ojos. Pero aquí estás, sonriendo y hermoseando todo lo que gira a tu alrededor. Aquí estás, coloreando momentos que compartes con los tuyos, a pesar de que aprendiste a pintar en blanco y negro.
Te veo reír y pienso que eres un ser de luz. Que ahora puede abrazar desde el alma y calmar cualquier angustia.
Te felicito por destapar el sufrimiento y transformarlo en aprendizaje. Por darte la oportunidad de ver hacia atrás y entender que el/la únic@ capaz de guiar tus pasos, es quien te mira todas las mañanas frente al espejo.
Descubriste el perdón, la mejor herramienta para liberar un corazón herido. Mismo corazón que pensaste te había abandonado; pero ahora entiendes que siempre latió por ti.
Decidiste volver a amar, entregarte desnud@ a otro ser. Sin el maldito Miedo que te mantenía pres@ en tus propias pesadillas… Eso vale más que cualquier diploma.
Y por eso eres buen@, porque transformaste el dolor en energía, y vives cada segundo con intensidad. Porque ríes a carcajadas y lloras desde el estómago. Porque te equivocas y compartes lo aprendido, para que a otros les cueste menos cumplir sus metas.
Porque abrazas, sueñas, ríes; y quieres lo mismo para el mundo.