Cuándo

Cuando

El presente pubertario coloniza inmediatez.

Pensamos (o creemos hacerlo) que entre más corto el mensaje, más clara es la idea. Tenemos tan poco tiempo, que compartimos noticias sabiendo que la duda aloja su cimiento.

Reclaman que la niña denunció al papá. Pero pocos reparan, que la tocaba junto a sus 3 hermanas. O que las denuncias fueron a dar al tacho del escritorio, porque el cabo segundo era su primo.

Por ello, lo que hace a una historia real, única y cercana, son los detalles. Dentro de ese universo, los “por qué” son suspensivos, y los “hasta cuándo” llenos de esperanza.

Porque a veces importa si era Cáncer o Fascista, ¿usaba lentes en la disco?, ¿debía la pensión?

Hay poco interés en lo profundo de la historia. Tanto, que desconocemos el origen de las lágrimas. Incluso las nuestras.

 

¿Cuándo fue tu primer café?

¿Dónde aprendió a soplar el viento?

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