Ven, recuéstate a mi lado, el desayuno puede esperar.

Pongamos a Fito en el estéreo y que nos repita una y otra vez,

que tu corazón es mi cable a tierra.

Si acomodas tu oído en mi pecho lo podrás escuchar,

Cada latido es una señal, un radar.

Aunque estés lejos, siempre querrá buscarte.

Ven, apaga el hervidor,

no quiero café, quiero tus besos.

No hay cafeína que iguale el roce de tus labios.

Si vendiera escalofríos, ya tendría un Porsche,

Pero quien quiere un descapotable, si pudiendo abrazarte en las mañanas ya tengo el mundo a mis pies.

Recuéstate a mi lado, que la sobrecama nos espera,

retorna del exilio, que hoy te quiero de vuelta.

Que las sábanas sean nuestro capullo

y que nunca seamos mariposa.

Que las caricias al alba sean una adicción,

Que ducharnos juntos sea costumbre,

y el mañana, un incierto.

El futuro nos envidia

porque no lo miramos.

El presente es nuestro amigo,

y el pasado, solo buenos recuerdos.

Ya aterrizas en la cama

aquí te espero.

Envuelta en capullo

esperando tu beso.