Al fuego no le llamo odio,
le llamo paz.
El aire es mi aliado
La brisa mi confidente
La tierra el regazo
La espiga mi alimento.
El Agua mi enemigo,
el sol, un primo lejano.
Las estrellas, la galería.
La luna se cuela en el palco.
La montaña el escondite
que abraza
seca
calma
asila.
Con las rocas juego a la escondida,
Mientras el zorro cuenta
hasta diez,
hasta cien
hasta mil.
Nunca sale al encuentro,
el tesoro de su cueva lo devora.
Soy fuego,
nací con él.
crecí con él
En los dedos, en la mente, en el pecho.
En las palabras mal dichas,
en los silencios correspondidos.
Pero en las miradas no hay fuego,
el agua es mi enemigo.