El día despeja cuando abren tus ojos
para asegurarse el sol toca tres veces la ventana
investiga si la alfombra guarda alguna pista de tu aroma
Solo ahí, comienza la primavera
Los adoquines de Praga contemplan el pastel de tus ojos
Si paseas por su orilla, el Danubio olvida las penas
Los glaciares tiemblan al calor de tu abrazo
No hay peligro si tu amor está cerca
Divina sea la ventana
que recibe el abanico de tus párpados
Afortunado el balcón
que escucha tu suspiro.
Las cortinas bailan con tu brisa
el plátano oriental se transforma en asesino
Si así predices las tragedias
¿por qué no encontraste este vacío?
Ellas planean engañarte
aburridas están de tu belleza
Miran de reojo hacia la calle
rastrillan diez cuadras y no encuentran una presa
Camino por la acera queriendo encontrarte
las cortinas pasan y evitan la mirada
¡Loco! a lo lejos, me grita el asfalto
ahora parece el catarro me delata
Decidir amarte no fue un acierto
gané más que perdí lo entiendo,
Pero de los celos
conocí otros paralelos
y la inseguridad apareció en el diccionario
todo en ti se volvía uno,
tu pelo en la nariz a la siesta del domingo
tener la habilidad de rascar a la primera
tirarnos cabritas en el cine
responder si el cinturón combinaba tu vestido
Mi viejo amigo, tal vez está en lo cierto
Anoche soñé que un adoquín te raptaba
navegando por un río testigo de nostalgias
Temiendo que un balcón
te besaría
Hoy salí al pan y busqué
una maleta haciendo rally en la vereda
un perrito ladrando a una desconocida
unos ojos combinados con el viento
al Sol por fin,
en segunda fila.