Directamente del Baúl de los Recuerdos.
O mejor dicho, del tacho de «Santiago en 100 Palabras»
ya naufragaron la derrota
2021
Primogénito
Si tengo un hijo, le pondré Nataniel.
Solo él sabrá, lo que es empezar una noche en Moneda
y terminarla en Franklin
desayunando una paila con huevos.
Dónde jugaran los niños
Un estudio reciente, reveló que el 86% de los niños en Chile posee celular propio.
La cifra preocupa, ya que la encuesta fue realizada a niños entre 9 y 13 años.
Sin embargo, al observar el pie de título, noté que el sondeo apuntó solo a colegios del gran Santiago.
Santiago no es Chile, dije, seguido de un suspiro de desilusión por el periodismo nacional. Que no se aburre de enaltecer noticias de la capital, extendiendo la precaria realidad citadina a todos los rincones de Chile.
Invisivilizando a quienes nunca se han subido al Metro.
Poroto en Paila Marina
La fila es larga, la gente de atrás silba y murmulla. El guardia ni se inmuta. Aguanta estoico los embates del gentío que anhela llenar sus bolsas con arroz, fideos y atún.
A media fila, una señora se hizo amiga del caballero de más adelante. Viudos ambos, acompañan la espera, mientras el minutero avanza hasta las 6 con la velocidad de olimpista jamaicano. La señora va por pan y margarina. El caballero por mate y algo dulce para la once.
Al llegar mi turno, la cortina se cierra por dentro.
¡Maldición! ¿Dónde más venden cerveza?
Dicotomía
Odio el otoño como odio extrañar, el olvido. Algo demuestra en mí, dice la terapeuta, pero ella no sabe cuánto odio el otoño.
El té se toma a oscuras, las mañanas son más frías.
Y debo tomar, es cierto, no debo. Pero quién dice lo que es correcto, cuando ha vivido en el error.
Odio tanto el otoño que nada crepita en mí, ni la chimenea ni las hojas ni los latidos.
2022
Hormiguero
Organicémonos, gritó Verónica, la más parlanchina del grupo…
Sorpresivamente, las manos alzadas soportaron la idea y comenzaba así la resistencia espartana contemporánea mas extraña que se haya visto.
No sabían de comisiones ni administración.
Crearon las primeras reglas de convivencia, aconsejadas por las más longevas. Quienes, con menos estudios, sostenían el timón de aquella
humilde barcaza de revolución.
Pasados unos días, ya contaban con vocería, tesorera y dos candidatas a Coordinadoras Generales.
En la interna no gustaba el cargo de «presidente» o «directora».
Todo eso sonaba
a política antigua.
Adoquines
Perdamos el camino, pero el propio
No arruinemos destino ajeno con nuestro dañado GPS.
Construyamos rutas que nos lleven
a ciudades comunes,
a rincones secretos
caminando el asfalto del Amor.
Malas Pulgas
Oliendo el pasto pregunto:
¿Qué harán estos humanos
con esas máquinas luminosas
que llenan de vida al fogón más tenebroso?
No existe día que las desactiven
parece que sus neuronas solo piensan
desaparecer y no volver.
Que hacen ellos
buscando redes que los atrapan
Ellos
que se dicen superiores
caen presos de su propia Trampa
Me río con sus peleas de poder
aunque prefiero no entender
porque me siguen alimentando
y puedo mi culo oler.
2023
Corpóreo
En una galería de calle Agustinas, sin pensar las cuotas o el qué dirán, compré el vestido que vi la semana pasada. Floreado, de escote generoso, cubre mi hombro hasta medio muslo.
Es como un traje de heroína, con poderes que inhiben la timidez del campo.
Dentro de él me transformo, elimino las voces, la moralina.
Sigo la corchea de mis pasos, sin temor a la seguridad.
También con él me protejo
aunque atraiga miradas superficiales,
nunca revelará mi sombra.
Un comentario
increíbles todas!